domingo, 11 de julio de 2010

EVIDENCIA TRAZA

La menos evidente de las evidencias físicas.

Jairo Peláez Rincón
Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses
Lab. Evidencia Traza. Bogotá Colombia

La vigésima segunda edición del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define el término traza como “huella” o “vestigio”. En este sentido, dentro de un contexto forense, la evidencia traza es cualquier elemento físico que en razón a su tamaño puede pasar inadvertido para un investigador a cargo de una investigación dada.

Esta definición, no muy precisa, nos permite advertir que la designación de traza es meramente subjetiva; lo que es evidente para un investigador bien entrenado puede no serlo para otro con menos experiencia. Sin embargo, con el fin de clasificar las evidencias presentes en una escena o un ambiente determinado, se han agrupado bajo el término traza entre otras las siguientes:


- Adherencias y cascarones de pintura.

- Fibras y materiales textiles.

- Residuos de disparo.

- Acelerantes en residuos de incendio.

- Fragmentos de vidrios.

- Suelos.

- Material genético.

- Fluidos biológicos.

- Microrrayado en herramientas y armas de fuego.


Algunas de las posibles evidencias traza, como por ejemplo las cuatro últimas de la lista, tienen una importancia tan particular o se abordan desde disciplinas tan específicas, que no se incluyen como evidencia traza en los portafolios de la gran mayoría de laboratorios forenses sino con nombres propios como genética forense o geología forense.

Una de las características más notables de la evidencia traza es que al no ser tan evidente como otras evidencias físicas es muy común que las personas a cargo de una escena pasen por encima de ella sin advertir su presencia. Por esta razón es muy importante que el investigador, técnico o fiscal, tenga siempre en mente que ellas existen y que es posible usarlas en beneficio de la investigación. Una frase que nos advierte magistralmente de esto fue escrita como graffiti en 1936 en la Escuela de la Policía Científica de París y dice “Los ojos ven en las cosas solo aquello que buscan en ellas y buscan en ellas solamente lo que ya está en la mente”. No es de esperar que la única fibra textil que puede vincular a una persona con la escena donde ocurrió un delito llegué al laboratorio forense si el investigador encargado de dicha escena es incapaz de reconocer la posibilidad de su presencia en ella.

Un laboratorio de evidencia traza por lo general se hace cargo de los cinco primeros elementos de la lista anterior. A continuación haremos un pequeño y muy básico repaso de por lo menos dos de ellas: Pinturas y materiales textiles.


1. ADHERENCIAS Y CASCARONES DE PINTURA.

1.1 TIPOS DE HECHOS QUE SE PUEDEN INVESTIGAR.

El análisis y/o cotejo forense de muestras de pintura permite investigar principalmente hechos relacionados con:

- Accidentes de tránsito

- Robos

- Falsificación de obras de arte

- Escritura de graffitis.

Esta pequeña lista no excluye otras posibilidades que eventualmente hacen su arribo a los laboratorios forenses sin embargo muestra, en su orden, los casos más cotidianos.

1.1.1 Accidentes de tránsito:

La mayor carga de solicitudes de pinturas que llega a un laboratorio forense tiene que ver con investigación de accidentes de tránsito. Generalmente casos en los que el vehículo, o uno de los vehículos involucrados, huye de la escena.

Estas colisiones pueden darse entre vehículo-peatón, vehículo-vehículo o vehículo-objeto. En cualquiera de estos casos se trata de ubicar en la escena o en uno o más de los vehículos, cascarones o adherencias de pintura pertenecientes al que escapó (muestra dubitada) y compararlos contra pintura tomada como patrón de comparación (muestra indubitada) del automotor que se sospecha estuvo involucrado en el hecho. Obviamente la comparación se puede dar en el otro sentido, es decir, cotejando pintura presente en el vehículo sospechoso, no perteneciente a él, versus patrones de pintura tomados de los otros vehículos.

Los vehículos más comúnmente relacionados con estas investigaciones son automóviles, camperos, buses, camiones, camionetas, motos y bicicletas. Sin embargo la lista puede extenderse a botes, lanchas y otros vehículos acuáticos.

1.1.2 Robos:

Durante un robo es posible que el vehículo empleado por los asaltantes, en su afán de huída golpee alguna superficie dura como un bolardo, un poste o incluso otro vehículo. Si este golpe, gracias al Principio de Locard, transfiere pintura en cualquiera de los sentidos, es posible asociar más tarde un vehículo sospechoso con el robo.

También el robo de una obra de arte puede dejar diminutos fragmentos de pintura en el interior del embalaje empleado para el robo. Si la pieza es recuperada o se tiene documentación de los materiales artísticos empleados en su ejecución, es posible asociarla a la persona a quien se le encuentra dicho embalaje.

Igualmente durante el proceso de invasión a una propiedad, quien lo hace puede emplear para ello una herramienta como un destornillador para abrir una ventana o una puerta. Es probable que, en el caso de que dicha ventana o puerta esté pintada, parte de la pintura se transfiera a la herramienta. Este destornillador encontrado en posesión de un sospechoso lo puede vincular con el hecho. Así, es muy buena idea para investigadores de robos y asesinatos que involucran este tipo de episodio, el solicitar a los sospechosos su caja de herramientas. Allí puede encontrarse la evidencia que lo puede delatar.

1.1.3 Falsificación de obras de arte:

El análisis de autenticidad de obras de arte generalmente está a cargo de museos y curadores quienes además del análisis de los materiales abordan la técnica y estilo del autor. Sin embargo la tecnología disponible en los laboratorios forenses puede aportar un valioso elemento de juicio adicional en estas investigaciones.

1.1.4 Escritura de graffitis.

La libertad de expresión es un bien que las constituciones de los países deben tutelar. Sin embargo muchos actos de vandalismo y algunos asesinatos involucran la escritura de mensajes tipo graffiti. El cotejo de la pintura utilizada en dicha escritura contra la pintura encontrada en posesión de un sospechoso del hecho puede vincularlo con el mismo.


1.2  RECOLECCION Y EMBALAJE DE LAS MUESTRAS.


Las pinturas se pueden transferir como cascarones o como adherencias. Por lo general encontrarlas y recuperarlas no presenta mayor desafío para quien realiza esta labor. Un cascarón suelto se recoge fácilmente con pinzas o incluso con las manos libres (obviamente no sobra la recomendación del empleo de guantes para esta labor). Por tratarse de materiales poliméricos relativamente fuertes e inertes su embalaje no requiere demasiados cuidados; una bosa plástica, una bolsa de papel, un recipiente de tamaño acorde a la muestra es adecuado para el envío al laboratorio. Lo que se debe tener en cuenta es el embalar las muestras secas y de manera que se asegure que no hay pérdida ni contaminación cruzada de las mismas. Esto implica el uso de embalajes individuales para cada una de ellas. Las recomendaciones de rotulado son las mismas que para cualquier evidencia forense. Es importante, sin embargo, que la autoridad solicitante aporte al laboratorio un breve recuento de los hechos con la descripción de las marcas, modelos y colores de los vehículos involucrados. Esto es de valiosa ayuda para el analista en el momento de la interpretación de los resultados.

La forma más fácil de envío, y que implica menos costos de transporte y mayor facilidad y seguridad en la manipulación de adherencias de pintura en prendas, es recortando el trozo de la misma donde se encuentra (obviamente documentando y fijando fotográficamente la evidencia).

Este pequeño trozo de tela, seco, se fija sobre una pequeña cartulina donde se consignan los datos referentes a la evidencia. La cartulina a su vez se coloca dentro de una pequeña bolsa plástica que se sella y etiqueta para su envío al laboratorio. La manipulación de este pequeño embalaje es mucho más fácil y seguro que la de una gran bolsa que contiene la prenda entera. El lector debe tener en cuenta, sin embargo, que en algunos países no está permitida ésta práctica. En tal caso el investigador debe proceder a embalar la prenda completa procurando proteger con papel el área correspondiente a la adherencia.

El embalaje de prendas se puede hacer en bolsas de papel, de plástico o cajas de cartón. Este método de envío de muestras de pintura obviamente aumenta la incomodidad de manipulación, los riesgos para con la salud y los costos de envío a los laboratorios, sin embargo se apega al principio, muy discutible, de que la prenda debe llegar en su totalidad al laboratorio así lo que interese en ella sea solamente la adherencia de pintura. La gran recomendación en este caso es que ninguna de estas prendas se puede embalar estando húmeda. La humedad, sobre todo si el embalaje es plástico, genera gran cantidad de hongos en la prenda que hace que sea difícil o imposible la recuperación y análisis de la adherencia que se desea analizar, además de constituir un alto riesgo para la salud de las personas que deben manipular la evidencia.

Para la toma de las muestras patrones de los vehículos es muy recomendable trabajar con base en el croquis levantado en escena. Este croquis nos da información acerca de las áreas posiblemente involucradas en el accidente. Si la pieza golpeada del vehículo no ha sido reparada aún es buena idea tomar la muestra de un sitio muy cercano al lugar de impacto sin involucrarlo directamente. Cuando un vehículo es golpeado, la reparación y proceso de repintado se efectúa generalmente sobra la pieza involucrada en el golpe. Las otras piezas no se tocan. Es por esta razón que la probabilidad de que la pintura de un vehículo no sea homogénea a lo largo de toda su extensión aumenta con el tiempo de servicio del mismo.

En ningún caso la muestra de pintura debe tomarse por raspado. Este procedimiento destruye la secuencia de capas que, como se verá más adelante, es vital en el análisis. Por el contrario es necesario tomar cascarones completos del vehículo. Esta tarea no es nada fácil de realizar y puede hacerse empleando un bisturí o elemento semejante. Cuando seas posible, un pequeño golpe con un objeto contundente sobre la cara interna de la pieza donde se pretender hacer la toma de la muestra desprende completamente el cascarón de pintura facilitando su recuperación con una pinza.

En algunos casos la toma de la muestra patrón o de una adherencia de pintura es tan difícil que la mejor manera de solucionar el problema es retirando la pieza involucrada del vehículo y enviándola al laboratorio.


1.3 ANÁLISIS DE LAS MUESTRAS.


A continuación describiremos los principales análisis a los que se someten las evidencias de pintura en el laboratorio. No todos los laboratorios cuentan con todas estas técnicas, pero algunas de ellas son comunes a casi todos. Obviaremos los pasos preliminares comunes a cualquier muestra forense de cualquier área como chequeo del registro de cadena de custodia, descripción de los embalajes y rótulos y nos centraremos en los análisis como tales.

1.3.1 Inspección visual.

Lo primero que se hace es una descripción de las muestras a simple vista. Acá se determina si los cascarones son gruesos, delgados, fuertes, frágiles y si se trata de pintura plana, metalizada, brillante o mate. Algunos analistas pueden determinar si la muestra es semimate o semibrillante y pueden describir en ellas defectos provenientes del proceso de pintado como el llamado piel de naranja.

Muchas veces es posible el obtener una coincidencia geométrica complementaria entre un cascarón proveniente de la muestra dubitada y otro de la indubitada, es decir, puestos lado a lado ambos encajan como dos piezas de un rompecabezas. Esta situación es altamente deseable porque da mucha certeza a la autoridad en la vinculación del sospechoso con la escena. Una secuencia fotográfica puede convertirse en una excelente evidencia demostrativa.

1.3.2 Estereomicroscopia.

El estereomicroscopio es un microscopio compuesto que permite la observación de la muestra, no en un plano como en un microscopio común sino en tres dimensiones, de allí el termino estéreo.

Inicialmente se inspeccionan las superficies externas del cascarón buscando en ella características adquiridas durante la colisión o en eventos anteriores (características individuales) y que sean comunes a las muestras dubitadas e indubitadas. Estas características pueden ser rayas, grietas, plegamientos, adherencias, etc.

Seguidamente se mira transversalmente el cascarón, idealmente en un corte transversal realizado en el laboratorio con bisturí o micrótomo, y se describe el orden de las capas que componen al cascarón describiendo su color y su espesor relativo. Debido a que el espesor de una misma capa varía cuando se trata de repintado, no es costumbre medir los mismos, ello puede conducir a errores en la interpretación de los resultados. Por ejemplo, un cascarón puede contener una capa interna de color verde muy delgada y el cascarón de cotejo puede tenerla muy ancha o puede no estar presente en ella. Esto no significa necesariamente que ambos no provengan del mismo vehículo. La falta de una capa determinada en una de las muestras en un sistema constituido por pocas capas de pintura puede ser suficiente para que la conclusión sea que ellas no son consistentes entre sí. Sin embargo, esta misma ausencia en un sistema conformado por diez, veinte o treinta casa no es suficiente para llegar a la misma conclusión, por el contrario puede advertirnos que el vehículo del que proviene ha sido repintado.

Esta distribución de capas, denominada la arquitectura del cascarón, es decisiva en el momento de calificar una consistencia o no consistencia entre dos muestras de pintura. Aunque es casi muy difícil colocarlo en números, la probabilidad de que un cascarón con dos o tres capas de pintura provenga de cualquiera entre varios vehículos con igual número de capas es mucho más alta que si se trata de un cascarón, por ejemplo con veinte capas. En este caso es difícil que otros vehículos también de veinte capas presenten exactamente la misma secuencia de colores. Ni que decir para casos como los que hemos tenido en nuestro laboratorio con cascarones de más de cincuenta capas.

Una técnica, a veces substituta a veces complementaria, de la estereo-microscopia es la microscopia de comparación, tan común en los laboratorios de balística o documentología.

1.3.3 Microespectrofotometría.

Los microespectrofotómetros son equipos que permiten la descripción objetiva de las diferentes capas de pintura, es decir, una descripción basada en un sistema universal de color donde el resultado se da en valores de coordenadas de color. Estos sistemas permiten eliminar el elemento subjetivo empleado cuando la descripción de color se realiza en el estereomicroscopio o microscopio de comparación y que obedece a la percepción personal del analista.

Muchos laboratorios no cuentan con microespectrofotómetros. En este caso el analista debe describir cada muestra bajo las mismas condiciones de iluminación y aumentos en el microscopio. La observación en paralelo, es decir al mismo tiempo, de ambas muestras genera mejores resultados y disminuye en gran proporción el aspecto subjetivo del análisis. Para ello, sin embargo, el analista, debe tomar las medidas necesarias para no confundir las muestras dubitadas con las indubitadas. Una descripción de la forma de cada una de las muestra o de su tamaño es suficiente para evitar este riesgo.

1.3.4 Microespectroscopia infrarroja.

La espectroscopía es el estudio de la interacción de la radiación electromagnética con la materia. En este caso, de la porción del espectro electromagnético correspondiente al infrarrojo. Cuando las moléculas de un material, pintura por ejemplo, son sometidas a la acción del infrarrojo absorben selectivamente algunas frecuencias del mismo generando un patrón reconocible para cada tipo de sustancia. Este patrón de absorción de radiación infrarroja permite identificar el tipo de sustancia según el/los grupos funcionales que la conforman. En otras palabras, permiten al analista decir si su muestra es un alcohol, un éster, una amida, una amina, etc

En laboratorios dedicados al desarrollo de técnicas forenses se han generado esquemas para el análisis de pinturas automotrices que permiten su fácil identificación. Estas listas incluyen los tipos más corrientes de pintura para automotores a saber:

- Alquídica.

- Epóxica.

- Uretánica.

- Acrílica.

- Poliéster.

- Melaminas.

- Sistemas combinados de las anteriores.

Actualmente los equipos de laboratorio para este tipo de análisis son modernos microscopios acoplados a espectrofotómetros infrarrojos con transformadas de Fourier los cuales permiten la toma rápida de múltiples espectros (por lo general entre 48 y 56) a cada una de las capa del cascarón o a aquellas a las que sus espesores lo permitan.

Cuando se tiene a disposición bases de datos en las que se consigna la forma como cada fabricante de autos pinta cada lote, es decir, la secuencia de capas por composición química, es posible, a partir de un cascarón de pintura recuperado de una escena, identificar la marca y modelo del vehículo responsable.

1.3.5 Esquema de solubilidades.

En los Estados Unidos se ha desarrollado un esquema muy sencillo de solubilidades que involucra el uso de acetona, xileno, cloroformo y dimetilformamida en ácido sulfúrico concentrado (reactivo de Lunge), mediante el cual es posible determinar si una pintura corresponde a una laca o a un esmalte.

La diferencia entre estos dos términos, laca y esmalte, está ligada directamente a la forma de polimerización (curado) de la pintura. Una pintura que “seque” por evaporación del solvente se denomina laca, mientras que si lo hace por reacción con algunos componentes de la atmósfera se denomina esmalte.

1.3.6 Cromatografía de gases con pirólisis.

La técnica consiste en quemar la muestra (en su conjunto o por capas, según el caso y el laboratorio) bajo condiciones controladas y en presencia de una atmósfera inerte de nitrógeno (pirólisis). Los gases obtenidos son conducidos a un cromatógrafo de gases para su análisis. El cromatógrafo puede tener un detector universal como uno de ionización por llama (FID) o uno específico como lo es el de masas (MS). En cualquiera de los casos el resultado es un gráfico donde se representa el tiempo tomado por cada uno de los productos obtenidos durante la pirólisis, desde el momento de su inyección hasta que alcanzan el detector, versus la abundancia de cada componente en la mezcla. Esta gráfica recibe el nombre de pirograma. Dos pinturas monocapa que arrojen resultados iguales paran todas las pruebas anteriores, acrílico por ejemplo, pueden generar pirogramas diferentes que hacen que estas sean calificadas como no consistentes entre sí.

1.3.7 Microscopía electrónica de barrido.

Esta sofisticada técnica que permite aumentos de hasta cinco y seis cifras decimales con la posibilidad del análisis químico de detalles minúsculos posibilita al analista en la caracterización y discriminación de los pigmentos y materiales de carga (rellenos, deslustrantes, metalizados, etc) de cada capa del cascarón de pintura.

Entre otras técnicas que se pueden utilizar en el análisis forense de pinturas podemos mencionar microscopia de luz polarizada, espectroscopia de emisión atómica (ICP-AES), microscopia de fluorescencia de rayos X, difracción de rayos X, activación neutrónica, polarografía, cromatografía en capa fina de alta eficiencia (HPTLC), ablación láser y LIBS (Laser Induced Breakdown Spectroscopy).


1.4 REPORTE DE CONCLUSIONES.

Es deber del analista el ser objetivo en el momento de plasmar sus conclusiones en el informe pericial o dictamen. Sus conclusiones no deben ir más allá de lo que le permiten los resultados obtenidos en el laboratorio. Muchas veces la expectativa de jueces, fiscales y defensores es que el perito les diga que las muestras dubitadas e indubitadas “son iguales” o que las dubitadas “provienen” del vehículo de donde se tomó la indubitada. El problema con la primera -“son iguales”- es que lo que se denomina como Principio de la Divisibilidad impide la mayoría de las veces llegar a esta conclusión. Este principio establece que cuando un objeto se fracciona o rompe cada parte resultante de dicho proceso conserva algunas características del objeto original (por ejemplo, color, densidad, composición química) pero adquiere otras nuevas que pueden diferenciar a dos de estos fragmentos (tamaño, textura, peso, etc). Así, a pesar de que dos cascarones de pintura compartan arquitectura y composición, muy seguramente variarán en tamaño, o muy probablemente a uno de ellos le va a faltar una o dos capas presentes en el otro cascarón. En este sentido las muestras no son “iguales”. Sin embargo las características conservadas durante el proceso de rompimiento pueden permitir establecer una relación entre ellos. Esta relación se expresa diciendo que las muestras “SON CONSISTENTES” entre sí. Una traducción más fácil de asimilar de este término es que una vez terminados los análisis de laboratorio el analista no pudo diferenciar las muestras mediante la evaluación de las propiedades que se conservaron después de la colisión. Entre más propiedades coincidan en las muestras mayor cantidad de análisis debe realizar el laboratorio antes de llegar a su conclusión final, así, dos cascarones de pintura con arquitecturas bien diferenciadas no requieren más análisis que el de estereo-microscopia.

Con la segunda conclusión -“provienen del vehículo”- se corre el riesgo de que dos o más vehículos en la misma área de influencia presenten el mismo esquema de pintado. Caso típico de todos los carros que salen del mismo lote de producción. En este caso la defensa puede alegar con argumentos que ese cascarón pudo provenir de cualquiera de dichos vehículos. El analista puede aventurar esta conclusión cuando se trata de cascarones con muchas capas de pintura o con características únicas. Muchos de estos problemas se pueden minimizar empleando métodos estadísticos bayesianos, sin embargo estos requieren de la disponibilidad de grandes bases de datos.

Aunque las adherencias, en prendas o en superficies de otro tipo, se someten a los mismos análisis que los cascarones, la información que se puede obtener de ellas es muy limitada, principalmente porque la pintura depositada perdió su arquitectura durante el choque, es decir mezcló las capas o transfirió únicamente la capa externa del vehículo.

Casi todo los análisis anteriores se pueden aplicar a las calcomanías empleadas en la industria automotríz.

2. FIBRAS Y MATERIALES TEXTILES.

2.1 TIPOS DE HECHOS QUE SE PUEDEN INVESTIGAR.


Los materiales textiles permiten la investigación, entre otros, de los siguientes tipos de hechos:

- Delitos sexuales.

- Accidentes de tránsito.

- Robos.

- Asesinatos.

- Secuestros.

2.1.1 Delitos sexuales:

La transferencia de fibras que se da durante una agresión sexual es un excelente ejemplo del principio de Locard. Este tipo de delito generalmente se lleva a cabo bajo unas condiciones tales que la víctima no se desviste completamente ni desviste totalmente a su víctima. Dependiendo de los tejidos que entran en contacto y que constituyen las prendas de ambos es posible que ocurra la migración de una o varias fibras textiles desde una de las prendas a la otra. Si este material transferido es recuperado y comparado con la probable fuente de origen es posible vincular a un sospechoso con la víctima.

Se ha demostrado que las fibras textiles transferidas no permanecen demasiado tiempo sobre la nueva superficie. Este simple hecho presenta implicaciones que el investigador debe conocer:

- La toma de las muestras se debe realizar lo más rápido posible, ojalá en cuestión de horas luego de sucedidos los hechos. Si esto no se hace se corre el riesgo de perder las evidencias.

- Cuando, por alguna razón, recién sucedida la agresión se tiene a disposición tanto a la víctima como a un sospechoso, estos deben ser apartados con el fin de evitar que, por estar uno cerca al otro, en una patrulla de la policía por ejemplo, se transfiera entre ellos material textil que luego pueda interpretarse como una transferencia ocurrida durante el acto delictivo.

- Por la misma razón la toma de muestras de víctima y sospechoso debe ser efectuada por diferentes investigadores y en diferentes lugares. Esto evita la posibilidad de una contaminación cruzada vía el mismo investigador.

2.1.2 Accidentes de tránsito.

En colisiones que involucran peatones, ciclistas o motociclistas muchas veces ocurre transferencia de material textil desde las prendas de la víctima al vehículo que la atropella. Si en el caso anterior de delitos sexuales se da generalmente la migración de tan solo fibras, en este es posible que lo que se transfiera no sea solamente una fibra sino un hilo o incluso un trozo de tela. Un pedazo de tela representa mayor valor evidencial que un hilo y este más que una fibra. La fibra nos permite el cotejo individual de ella mientras que el hilo nos permite analizar las fibras que lo constituyen y las características de todo el conjunto. El tejido, por su parte, nos permite todo lo anterior más el estudio de la arquitectura del mismo, es decir la disposición de un hilo con respecto a otro.

El análisis forense de material textil en un accidente de tránsito se puede enfocar desde tres frentes diferentes:

- Fibras, hilos o tejidos. Estos elementos se encuentran sobre todo en aquellos casos en los que el accidente involucró arrastre de la víctima. Es muy buena idea buscarlos por debajo del vehículo, en las llantas y en general en cualquier superficie que haya podido actuar a modo de gancho.

- Improntas. La energía cinética involucrada durante la colisión es tan grande que ha veces sobre la superficie del vehículo queda una impronta del tejido de alguna de las prendas de la víctima. La fijación fotográfica y luego el cotejo contra las prendas pueden vincular al conductor con el accidente.

- Fusiones. Durante la colisión de un vehículo sus ocupantes son desplazados dentro del mismo de acuerdo a las direcciones involucradas durante todo el proceso. El rozamiento de las prendas de las víctimas con los diferentes materiales plásticos del interior del vehículo (asientos, consolas, paneles, etc) se da con coeficientes de fricción tal altos que momentáneamente la temperatura de estos materiales sube por encima de su punto de fusión con lo cual el material textil se funde con el plástico. Este textil fundido permite trazar la trayectoria por inercia de cada uno de los ocupantes dentro del vehículo al este disminuir bruscamente su velocidad lo cual ha su vez se puede aprovechar para establecer cual de ellos era el conductor. Esto adquiere una importancia evidente en aquellos casos en los que la autoridad sospecha, por ejemplo, que quien conducía el vehículo no era un adulto sino un menor de edad, o cuando uno de los sobrevivientes alega que quien conducía es alguien que resultó muerto y hay razones para pensar que no es así.

2.1.3 Robos

Una fibra textil puede ser suficiente para demostrar que una persona estuvo en un ambiente determinado. El ladrón que entra ilegalmente en un banco, un museo, una joyería o un almacén puede llevar inadvertidamente en las suelas de sus zapatos fibras provenientes de las alfombras o tapetes de estos lugares. Igualmente el ladrón de un vehículo puede dejar en su interior fibras de sus propias prendas.

2.1.4 Asesinatos

La misma situación anterior puede permitir descubrir a un asesino cuando en sus zapatos hay fibras propias del lugar donde se cometió el delito. En algunos casos la víctima en su agonía se aferra al agresor arrancándole botones con hilos o parte del textil de su vestido. Todos elementos nos pueden ayudar a reconstruir el evento.

2.1.5 Secuestros

En los actos de secuestro es muy común que la víctima sea atada con cuerdas. La comparación de estas con otras halladas en posesión de un sospechoso puede ayudar a encontrar al responsable

Es imposible listar todas las posibilidades en las cuales el material textil puede ser de ayuda en el esclarecimiento de un hecho que se pretende investigar. Lo importante es que el investigador tenga en su mente que este puede estar presente en muchos escenarios a los que se enfrenta.

2.2 RECOLECCION Y EMBALAJE DE LAS MUESTRAS.

La recuperación de prendas, trozos de tela e incluso hilos no presenta muchas complicaciones para el investigador. Con ellas se tienen los cuidados propios de otras evidencias. Quizás la mayor recomendación es que este material nunca se deberá embalar húmedo o mojado ya que el posible crecimiento de hongos y desarrollo de bacterias representará los riesgos anteriormente discutidos.

La recolección se realiza con pinzas o con las manos protegidas por guantes. Por razones de intercambio de humedad con el ambiente es deseable, pero no necesario, que el embalaje sea bolsas de papel. Sin embargo son adecuadas las bolsas plásticas y cajas de tamaño acorde al de la muestra.

Contrario a lo anterior, la recuperación y embalaje de las fibras individuales es una tarea de mayor cuidado. Muchas fibras son fluorescentes o fosforescentes por lo cual se pueden localizar fácilmente utilizando las llamadas “luces forenses”. Una pinza aguda generalmente es suficiente para la recuperación de este material. El embalaje se realiza colocando la, o las, fibras en un pequeño trozo de papel limpio a manera de papeleta y colocando esta última dentro del embalaje final, ya sea una bolsa plástica, de papel, un sobre, una caja, etc. En algunos casos es necesario hacer el muestreo a partir de superficies grandes como sillas, camas, alfombras, etc. En estos casos no es práctica la búsqueda individual de las fibras por lo cual se recurre a hojas plásticas desarrolladas especialmente para este fin. Estos plásticos tienen la propiedad de generar abundantes cargas eléctricas estáticas que atraen a las fibras sueltas (y otros tipos de material) lo cual permite pasarlos repetidamente sobre toda la superficie que se quiere explorar. Las muestras adheridas se protegen mediante otro plástico que se coloca sobre el anterior dejando a las fibras recuperadas protegidas entre ambos. La falta de estos dispositivos especiales en muchos países se suple empleando en la misma forma papel contac. La recomendación en éste caso es que antes de usar el papel contac este se debe pegar sobre una superficie lisa y limpia (un vidrio, por ejemplo) con el fin de retirar de él la mayor parte del pegante el cual puede interferir en los análisis de laboratorio y dificultar la recuperación de las evidencias. A falta de estos dos materiales se puede recurrir al uso de cinta autoadhesiva ancha asegurando que se retira casi todo su pegante antes de emplearla.

En algunos países como Alemania se ha empleado la búsqueda de fibras textiles trazando una cuadrícula de la escena y usando los plásticos recolectores anteriores en forma individual, cuadrante por cuadrante, con lo que se puede asignar a cada evidencia hallada una posición específica dentro de la escena que puede arrojar datos interesantes para el investigador. Para países con alta casuística y bajos recursos de laboratorio y analistas esto puede resultar un lujo, no solo desde el punto de vista económico, sino también desde la perspectiva del tiempo de respuesta.


2.3 ANÁLISIS DE LAS MUESTRAS.

La mayoría de los análisis realizados a las pinturas aplican a los materiales textiles, diferenciándose en que los grados de dificultad de la manipulación pueden ser un poco diferentes según el caso específico.

2.3.1 Inspección visual.

La inspección visual permite un abordaje general al material que se desea analizar. Cuando se trata de una fibra, posiblemente el analista note características tan generales como color y longitud. Con un hilo a veces es posible, además de lo anterior, determinar su torsión. En un tejido se puede describir lo relacionado a los hilos y fibras individuales así como su propia arquitectura. Las telas generalmente son de tejido plano, tejido de punto o aglomeradas, característica que se hace evidente bajo esta inspección visual.

2.3.2 Estereomicroscopia.

Bajo el estereomicroscopio se describe la arquitectura y morfología del material de estudio.

Las fibras textiles pueden ser naturales o sintéticas. Las primeras se diferencian de las segundas en que poseen estructuras biológicas características como lumen, escamas, pelillos, etc. La seda y los asbestos pueden confundir inicialmente a un analista con poca experiencia pudiéndolos clasificar como material sintético, sin embargo examinando patrones de éstos materiales muy pronto aprende a clasificarlos correctamente.

Los hilos, como conjunto de fibras, tienen tres posibilidades:

1. Que no presenten torsión.

2. Que presenten torsión en S y

3. Que presenten torsión en Z.

En un hilo sin torsión las fibras se disponen en forma paralela unas respecto a otras.

Cuando a las fibras se les efectúa una torsión en el sentido de las manecillas del reloj (visto desde arriba) se generan en el hilo unos surcos sobre los cuales se puede escribir la letra S y en consecuencia se dice que dicho hilo presenta una torsión S (que puede ser muy suave, muy densa o algo intermedio).

Cuando la torsión se efectúa en el sentido contrario a las manecillas del reloj la torsión obtenida presenta un sentido contrario en el que ya no se puede escribir una letra S pero una Z. En este caso se tiene una torsión Z.

Esta torsión se hace evidente al estereomicroscopio. Un material puede contener en su estructura torsión S y torsión Z. Por ejemplo un lazo de dos cabos puede presentar una torsión Z pero las cabos individuales pueden ser S o incluso uno S y el otro Z.

En el caso de un tejido, el analista puede describirlo en forma técnica, pero esto requiere de un intenso entrenamiento en teoría de los tejidos. La falta de conocimiento en esta área de la industria, que por cierto es bastante compleja, se suple tomando fotografías por cada cara del tejido y comparándolas en todas las muestras que se desean analizar.

Los aspectos a discutir acerca de todos estos análisis son un poco complejos y escapan al objetivo del libro.

2.3.3 Microespectrofotometría.

Al igual que en el caso de las pinturas un análisis del color es muy útil en la discriminación de dos materiales textiles. Si el laboratorio no cuenta con el equipo, es posibles, dependiendo del tamaño de las muestras, realizar un cotejo de los colorantes de las mismas. Esto se puede hacer por cromatografía en capa fina o cromatografía líquida de alta eficiencia (HPLC).

2.3.4 Microespectroscopia FTIR

El análisis apunta a lo mismo que en el caso de las pinturas, descubrir los grupos funcionales que nos permitan clasificar el material. Obtener el espectro característico de una amida, por ejemplo, nos está diciendo que nuestra fibra puede ser un nylon o puede ser de origen animal. Un espectro con características propias de grupos carboxílicos nos puede alertar sobre un posible poliéster. Sea cual sea el caso, los laboratorios forenses tienen a su disposición bases de datos, comerciales o adquiridas por él mismo, que permiten en últimas la clasificación de la fibra.

Cuando se dispone de suficiente material, la toma de la muestra se puede realizar con un espectrofotómetro infrarrojo básico o con una técnica de reflexión atenuada (ATR). Sin embargo, si se trata de una, o muy pocas fibras, se hace necesario el empleo del microscopio FTIR. En la actualidad se han desarrollado accesorios infrarrojos que se pueden acoplar a un microscopio de luz polarizada obviando la necesidad de disponer del espectrofotómetro.

2.3.4 Microscopia de luz polarizada

Al cotejar dos materiales textiles no es suficiente con que coincidan sus colores, arquitecturas, morfologías y grupos funcionales para declarar que una muestra es consistente con la otra. En el solo caso de los nylons tenemos materiales diversos como nylon 2, nylon 6-6, nylon 7, nylon 11, qiana y otros más Cada unos de estos materiales proviene de diferentes reactivos químicos y difieren en sus composiciones químicas. Todos tienen grupos amídicos pero uno puede ser tan diferente de otro como presentar en su estructura anillos bencénicos que están ausentes en el primero. Igual sucede con los poliésteres y otros tipos de materiales textiles.

Aunque la espectroscopia FTIR puede permitir diferenciar, por ejemplo, entre nylon 6 y nylon 6-6, por ejemplo, la técnica para hacerlo aún no es muy popular en los laboratorios forenses pues involucra la comparación de bandas infrarrojas que pueden conducir al analista a un error si no ha controlado muy bien muchos de los factores analíticos en la determinación.

Es mucho más común el uso de la determinación de algunas propiedades ópticas de la fibra textil. Estas propiedades son el índice de refracción cuando la fibra es colocada en forma paralela a un haz de luz polarizada (luz que vibra en un solo plano) y que se denomina índice de refracción paralelo; índice de refracción cuando la fibra se orienta en forma perpendicular al plano de vibración de la luz; la diferencia entre estos dos valores, que se conoce como birrefringencia; el signo, positivo o negativo, de esta resta y que se denomina signo de elongación y un tercer valor obtenido mediante una sencilla relación matemática al que se le conoce como índice de refracción isotrópico y que equivale al valor de índice de refracción del material cuando es determinado con luz no polarizada.

Los anteriores cinco valores se pueden encontrar tabulados para los diversos materiales textiles existentes en el mercado.

Además de la determinación de las propiedades ópticas, el microscopio de luz polarizada permite observar características micro de las fibras tales como forma, sección transversal, contenido de carga (deslustrantes, sustancias de relleno, etc) y cualquier adherencia o característica que pueda representar utilidad forense.

2.3.5 Cromatografía de gases con pirólisis.

Esta técnica se aplica a los materiales de igual forma a como se hace con las pinturas.

1.3.7 Microscopía electrónica de barrido.

Igual que en el caso de las pinturas, esta técnica permite una mejor caracterización del material textil.

Las anteriores listas de técnicas no incluyen todas las posibles de utilizar en el laboratorio forense pero sí refleja las más populares.

“Los ojos ven en las cosas solo aquello que buscan en ellas y buscan en ellas solamente lo que ya está en la mente”. Si el investigador, el fiscal, el juez y demás actores de la investigación de un hecho punible tienen en sus mentes que una fibra textil o un diminuto cascarón de pintura pueden hablar por quien ya no puede hacerlo se habrá dado un paso más en la disminución de la impunidad.